En el siglo XIX la familia Cantalapiedra ya trabajaba sus viñedos de la localidad de La Seca (Valladolid). Fue en 1949 cuando Heliodoro, a la edad de 15 años, plantó su propio majuelo, que cultivaría junto con los del resto de su familia.
Más de medio siglo después, y tras 35 años como viticultor, Isaac Cantalapiedra apuesta por una bodega propia con su hijo Manuel como enólogo, continuando así con una generación de viticultores que aúna a abuelo, padre e hijo.
En 2014 se inicia esta aventura, fruto de la pasión por la vid, la tierra y la tradición. Trbajar de manera ecológica los viñedos y elaborar vinos de carácter único, intentando respetar al máximo la variedad y el terruño.
La familia Cantalapiedra cuenta con unas 20 hectáreas de viñedo, repartidas en distintas parcelas en el municipio de La Seca, cuna de la variedad Verdejo. Actualmente se han elaborado siete de estas 20 hectáreas, en el futuro se pretende aumentar al total de superficie la producción de la bodega. Los suelos de estas parcelas varían de franco-arenosos a franco-arcillosos, con una capa inferior de calizas y una característica fundamental: la manta de canto rodado, la cual consigue dar a la Verdejo su máxima expresión.
En el intento por respetar lo máximo posible la tierra y el medio ambiente, cultivan los viñedos de forma ecológica, para así conseguir la máxima calidad de la materia prima, cuidar de nuestras plantas y mantener vivo nuestro terruño. Para ello utilizan infusiones de cola de caballo, ortiga, suero de leche y otros tratamientos que ayudan a controlar las enfermedades sin poner en peligro la biodiversidad y el equilibrio del ecosistema.
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