La Denominación de Origen Montilla-Moriles extiende sus dominios por todo el Sur de la provincia cordobesa, y es tal la calidad de los vinos que produce desde muy antiguo, que ni los árabes se atrevieron a descepar la comarca hasta ciento diez años después de la invasión.
Sus viñedo se asientan sobre tierras calcáreas que gozan de un clima mediterráneo con cierta influencia de continentalidad.
Los vinos más significativos de esta Denominación de Origen son:
- Los Finos de color pálido, secos y ligeramente amargos, con cierto aroma almendrado.
- Los Amontillados, secos y de intenso aroma avellanado, color ámbar u oro viejo.
- Los Olorosos, vinos de mucho cuerpo, aterciopelado, aromático, seco o levemente abocado, de color similar al de la caoba.
- Los Palo Cortado, semejantes a los Amontillados en su aroma, y a los Olorosos en sabor y color. Los Raya, parecidos a los olorosos, pero con menos paladar y aroma.
- Los Pedro Ximénez, vinos dulces naturales obtenidos a partir de uva soleada de esa variedad, de color rubí, muy ricos en azúcares.
- Los Moscatel, vinos dulces naturales obtenidos a partir de mostos, ricos en azúcar, de dicha variedad.
Asimismo se elaboran vinos blancos jóvenes, pálidos y afrutados; y blancos con envejecimiento.
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