Miquel Jané, es una bodega familiar situada en la población de Guardiola de Font-Rubí, en al comarca del Penedès. Posee 57 ha de viñedo y bodega propia donde elabora sus vinos tranquilos Miquel Jané y su espumoso Clàssic Penedès, todos ellos bajo la Denominación de Origen Penedès.
Como muchas de las bodegas de esta región vinícola tiene una larga história.
A finales del s. XIX, de dos primos, Antonio Jane Formosa y Josefa Pascual Formosa, dieron origen a la estirpe impulsora de la Bodega J. Miquel Jané. Tras esa primera unión, el vino y la familia han ido siempre juntos, renovando así la vocación de que ese lazo sea indefinido.
Fue el matrimonio fundador quien compró las primeras propiedades. Las principales ubicadas en el Alt Penedès: Font-Rubí, El Vendrell, Vilafranca del Penedès, Sant Cugat Sesgarrigues i Avinyonet del Penedès. El vino de la familia, en régimen de producción para granel, encontró un primer horizonte amplio en la entonces colonial Cuba. Cuestión facilitada por el hecho de que otra rama de la familia fuera propietaria de fragatas que cruzaban el océano.
El dinamismo de la familia alcanza tanto a hombres como a mujeres, como demuestra que fue Antonia Jané Pascual, la menor de las tres hijas de los fundadores, quien ensanchó el área de siembra mediante la compra de Cal Costas y la Baltana Vella. También es ella quien recoge diversos premios en reconocimiento de la calidad alcanzada en la elaboración de su vino.
La guerra civil trunca temporalmente la actividad, la familia va a sufrir un largo exilio. Retornada a su casa, es ahora un hijo de Antonia Jané, Josep Miquel Jane, quién encabeza la reconstrucción de la producción que, en primer término, se sigue destinando al granel. Las ambiciones, como no podía ser de otra manera, son mucho más profundas, y así, en 2002, lanza los primeros vinos embotellados que conforman la actual personalidad de la Bodega.
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