Los ancestrales son vinos efervescentes, con una burbuja fina, frescos, ágiles, naturales. Nacen en 1531 en la abadía benedictina de Saint-Hilaire, en el Languedoc francés. Es el método utilizado para elaborar la Blanquette de Limoux, el vino espumoso más antiguo del mundo. También son denominados Pét Nat o Pétillant Naturel en Francia.
La principal diferencia con el método tradicional o champenoise es el número de fermentaciones (dos en el tradicional, una en el ancestral). El vino empieza fermentando como habitualmente en depósitos o barricas y antes de que se termine la fermentación (o sea la total transformación de los azucares en alcohol) se embotella para que acabe esta y forme el gas.
No se le añade ningún tipo de azúcar o licor de tiraje o expedición.
Son espumosos blancos, rosados y tintos con poco grado alcohólico (entre 5 y 11,5º), que presentan un registro seco o ligeramente dulce y que destacan por su carácter joven, divertido, primario, afrutado, fresco y goloso. Por su sencillez y corta crianza expresan muy bien el carácter varietal siendo una buena opción para los fans de los vinos naturales.
Son vinos con chispa, frescos y muy afrutados, con algo de azúcar residual que queda de la fermentación, fáciles de beber, sin complicaciones ni esnobismos.
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